Análisis del cuadro
Las tres Gracias fue un cuadro pintado al óleo entre 1630 y 1635 por Pedro Pablo Rubens en la cual se expone el tema mitológico a través de estas tres figuras, vírgenes e hijas de Zeus que convivían con los dioses.
A grandes rasgos, la obra de Rubens se caracetriza por el realismo de las formas, el uso de la luz y de los colores cálidos en sus elementos y por la ampluosidad de los contornos de las tres protagonistas (que fueron tan comunes en los cuadros de Rubens).
Si analizamos con detenimiento las tres figuras podemos evidenciar la influencia de la escultura clásica en las carnes de las Gracias, puesto que se intenta reproducir el efecto del mármol sobre las mismas. A su vez, se percibe la unidad del grupo que forman las tres Gracias, puesto que se encuentran conectadas entre sí a través de los brazos y miradas y además, una de ellas se encuentra vuelta mirando a su compañera.
Por otro lado, se dice que la figura de la izquierda está inspirada en la segunda mujer del artista y que pintó poco después de casarse con ella. Este hecho, según algunos expertos evidencia la felicidad del pintor, la cual refleja en sus cuadros a través de la sensualidad de sus modelos.
Finalmente, decir que el cuadro permaneció en manos de Rubens hasta el año de su muerte (1640), cuando la obra pasó a ser propiedad de Felipe IV y fue, por tanto, llevada a España. Actualmente se puede admirar en el museo del Prado de Madrid.
El autor
Petrus Paulus Rubens nació en la ciudad alemana de Siegen (Westfalia) el 28 de junio de 1577. Culto y carismático, fue el pintor más influyente del período barroco. Vivió en Italia entre 1600 y 1608, y al año siguiente fue nombrado pintor de corte del archiduque Alberto de Austria, que le encargó numerosos cuadros y misiones diplomáticas.
Su arte es una fusión de las
tradiciones del realismo flamenco con las tendencias clásicas del Renacimiento
italiano. Rubens fue capaz de infundir su propia asombrosa vitalidad en un
estilo potente y exuberante, que acabó personificando al arte barroco del siglo
XVII. Las figuras amplias, robustas y opulentas de sus pinturas generan un
sentido del movimiento que impregna composiciones vivas y dinámicas. Poseía
además la capacidad de asimilar y transformar según su estilo personal, barroco
y agitado, las experiencias de los maestros italianos que estudiaba y copiaba.
En sus pinturas reencontramos la profundidad atmosférica de Leonardo, la
monumentalidad de Miguel Ángel, el dramatismo de Tintoretto, el misterio de
Giorgione, los juegos de luces de Caravaggio, el color de la escuela de
Venecia…
Este pintor fue uno de los artistas más versátiles y productivos de su época. Sus obras por encargo trataban sobretodo de temas religiosos, históricos (que incluían aspectos mitológicos) y de escenas de caza. Realizó retratos, especialmente de amigos, autorretratos, y ya a edad más avanzada, pintó varios paisajes. También diseñó grabados y tapices, así como su propia casa. Sus dibujos son casi todos extremadamente enérgicos pero poco detallados; hizo gran uso asimismo de los bocetos al óleo como estudios preparatorios. Rubens fue uno de los últimos grandes artistas que empleó de forma regular los paneles de madera como medio de soporte, incluso para trabajos muy grandes, pero también usó lienzos, especialmente cuando la obra debía ser enviada a larga distancia. En los retablos a veces pintaba sobre pizarra para reducir los reflejos.
En definitiva, Rubens salvó como nadie la brecha artística entre la Europa del norte y la del sur. Algunas de sus pinturas más famosas, aparte de la que nos compete en este artículo, son Sansón y Dalila (1610), El juicio de Paris (1639), La Adoración de los Reyes Magos (1609), La elevación de la cruz (1611), Los cuatro filósofos (1611), La masacre de los inocentes (1612), Los jardines del amor (1630), el conjunto de telas sobre María de Médici…
El Renacimiento y sus características
Petrus Paulus Rubens nació en la ciudad alemana de Siegen (Westfalia) el 28 de junio de 1577. Culto y carismático, fue el pintor más influyente del período barroco. Vivió en Italia entre 1600 y 1608, y al año siguiente fue nombrado pintor de corte del archiduque Alberto de Austria, que le encargó numerosos cuadros y misiones diplomáticas.
Autorretrato (1623) |
Este pintor fue uno de los artistas más versátiles y productivos de su época. Sus obras por encargo trataban sobretodo de temas religiosos, históricos (que incluían aspectos mitológicos) y de escenas de caza. Realizó retratos, especialmente de amigos, autorretratos, y ya a edad más avanzada, pintó varios paisajes. También diseñó grabados y tapices, así como su propia casa. Sus dibujos son casi todos extremadamente enérgicos pero poco detallados; hizo gran uso asimismo de los bocetos al óleo como estudios preparatorios. Rubens fue uno de los últimos grandes artistas que empleó de forma regular los paneles de madera como medio de soporte, incluso para trabajos muy grandes, pero también usó lienzos, especialmente cuando la obra debía ser enviada a larga distancia. En los retablos a veces pintaba sobre pizarra para reducir los reflejos.
En definitiva, Rubens salvó como nadie la brecha artística entre la Europa del norte y la del sur. Algunas de sus pinturas más famosas, aparte de la que nos compete en este artículo, son Sansón y Dalila (1610), El juicio de Paris (1639), La Adoración de los Reyes Magos (1609), La elevación de la cruz (1611), Los cuatro filósofos (1611), La masacre de los inocentes (1612), Los jardines del amor (1630), el conjunto de telas sobre María de Médici…
La elevación de la cruz |
Sansón y Dalila |
El Renacimiento y sus características
El Renacimiento es un gran movimiento cultural que
se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. El lugar en el que
nació y se desarrolló este movimiento fue en Italia. Los principales exponentes
se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo una renovación en
el ámbito científico.
Podemos establecer de forma general una serie de características destacables de este período como:
-->La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas, como el orden clásico, la introducción de creencias con cierto tiempo, los temas de mitología, de historia, así como la adopción de ciertos elementos simbólicos. Con el objetivo de la incorporación del conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico.
-->Surge una nueva relación con la Naturaleza, que va unida a una concepción idónea y realista de la ciencia. El concepto matemático es usado para ayudar y para entender de forma racional el ideal de belleza del arte. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza se orienta hacia la penetración de la idea como en la Antigüedad y no en el conocimiento de fenómeno causal.
-->El Renacimiento hace al hombre medida de todas las cosas. Se idealiza en el artista una formación científica, liberadora de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.
Podemos establecer de forma general una serie de características destacables de este período como:
-->La vuelta a la Antigüedad. Resurgirán tanto las antiguas formas arquitectónicas, como el orden clásico, la introducción de creencias con cierto tiempo, los temas de mitología, de historia, así como la adopción de ciertos elementos simbólicos. Con el objetivo de la incorporación del conocimiento de las leyes que sustentan el arte clásico.
-->Surge una nueva relación con la Naturaleza, que va unida a una concepción idónea y realista de la ciencia. El concepto matemático es usado para ayudar y para entender de forma racional el ideal de belleza del arte. La aspiración de acceder a la verdad de la Naturaleza se orienta hacia la penetración de la idea como en la Antigüedad y no en el conocimiento de fenómeno causal.
-->El Renacimiento hace al hombre medida de todas las cosas. Se idealiza en el artista una formación científica, liberadora de actitudes medievales y elevarse al más alto rango social.
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